El interés humano es una cosa voluble. Debe ordenarlo no solo con su argumento o afirmación inicial, sino con cada línea posterior para tener el mayor impacto. Dicho esto, hay tres palabras con las que debes familiarizarte, cada una de las cuales apela a una sensibilidad diferente dentro de tu lector. Los ensayos más efectivos golpearán repetidamente los tres:
- Logos: razonamiento lógico. Lo que dices tiene que tener sentido. Esto es más que ser coherente, pero le permite a su lector seguir su línea de pensamiento de una manera agradable.
- Ethos: credibilidad y tono. Citar información bien conocida, o enumerar una fuente creíble para su información, hace maravillas de eficacia. Invocar a una autoridad adecuadamente le otorga un peso significativo no solo a la sección, sino a toda la pieza, dado que mantiene la coherencia. El tono debe ser lo más neutral posible en la mayoría de los casos, pero es más mutable que los otros puntos.
- Pathos: contenido emocional y suplementos anecdóticos. Para decirlo con humor, trata de golpear a tus lectores directamente en la sensación. Tenga en cuenta las opiniones fuertes, en cualquier dirección del argumento, que hayan sido bien documentadas y estén cargadas emocionalmente. Discuta las implicaciones y ofrezca su propio aporte (brevemente y solo si es relevante).
¡Buena suerte!