Hay una delgada línea entre ‘ligeramente modificado’ y ‘ficción’.
Yo diría que sí, está bien modificar ligeramente una historia que está contando para aumentar el impacto o el factor diversión, pero tenga en cuenta que la verdad a menudo es muy interesante.
¿Estás escribiendo una autobiografía e incluyendo una sección sobre cómo tía Jane realmente te confundió cuando eras niño? Si te golpeó en la cabeza con un rodillo cada vez que te resbalaron, no modifiques la historia y digas que te atropelló con un camión de 18 ruedas.
Eso no sería justo para Jane.
Si está tratando de contarle a alguien una historia ‘verdadera’, tenga la integridad de mantenerla lo más cerca posible de la realidad.
Si estás sentado alrededor de una fogata haciendo bromas, la integridad se puede diluir con cerveza y malvaviscos.
Esa sería una excusa justa, para ser utilizada con moderación.
¡Gracias, Mustafa Demir, por solicitar mi respuesta a esta fascinante pregunta sobre la integridad de la narración!