¿Es justo describir los libros de Nassim Nicholas Taleb como epistemología aplicada?

El gran problema con los libros de Nassim Taleb es que si bien mucho de lo que escribe suena plausible cuando lo lees, si realmente intentas aplicarlo, pronto descubrirás que en realidad no es aplicable.

La razón de esto se vuelve clara cuando se compara su libro “El cisne negro” con el libro de Nate Silver “La señal y el ruido”. Ambos libros critican el papel que ha jugado el exceso de confianza en las predicciones estadísticas en la creación de la crisis financiera. Silver continúa contrastando este fracaso con aplicaciones exitosas de estadísticas y, por lo tanto, proporciona pautas sobre cómo las estadísticas se pueden aplicar con éxito. Taleb, por otro lado, extiende sus críticas a todas las estadísticas sin proporcionar una alternativa.

El libro de Taleb “Antifragile” intenta remediar esto, describiendo un resultado ideal: un sistema que se fortalece ante eventos inesperados. Sin embargo, esto no es más que un objetivo y la forma de lograrlo sigue sin estar clara. Con base en algunos de sus ejemplos, podría pensar que agregar más redundancias y cajas de seguridad sería una forma de volverse antifrágil, pero si alguna compañía trata de aplicar esta estrategia, todo lo que haría falta para que sus competidores le pusieran precio a su negocio sería ser un largo tramo inesperado de estabilidad. La cuestión clave que hace que sea imposible ser antifrágil es que cualquier forma de existencia siempre enfrenta la amenaza de extinción, que es una pérdida que supera con creces cualquier ganancia potencial. Por lo tanto, su función de pago es cóncava y, por lo tanto, es inherentemente frágil.

Entonces, si bien los libros de Taleb pueden verse como un intento de epistemología en el sentido de que hablan sobre el conocimiento,