“¿Qué saqué de esto?” La tarea de la etapa posterior a la lectura es integrar o sintetizar el material leído en la base de conocimiento del tema. Los estudiantes deben hacer suyo el material. Esto se puede lograr a través de una variedad de medios que emplean la escritura, la discusión en clase, las representaciones visuales y la demostración física.
Estrategias para la etapa posterior a la lectura
La estrategia más obvia y ampliamente utilizada para la etapa posterior a la lectura es responder preguntas por escrito, ya sea preguntas de comprensión al final de un capítulo o preguntas entregadas por el maestro. Responder estas preguntas es bueno porque se relacionan directamente con los conceptos en la lectura y requieren que los estudiantes pongan su comprensión en palabras.
Debido a que la redacción o la estructura de algunas preguntas de los libros de texto es muy compleja, puede ser aconsejable reformular la pregunta a un nivel más fácil de usar que aún aproveche la comprensión de los conceptos por parte de los estudiantes. Varios de los otros módulos del Sitio SEA discuten las complejidades relativas de las estructuras gramaticales en inglés y ofrecen pautas para evitar o simplificar estructuras más complejas para propósitos específicos.
Otra estrategia posterior a la lectura implica el uso de registros de aprendizaje. Los registros de aprendizaje son similares a los diarios que alientan a los estudiantes a poner en palabras lo que aprendieron de la lectura y a reflexionar sobre sus propias experiencias de aprendizaje y necesidades de aprendizaje. Un maestro puede preparar un folleto de registro de aprendizaje que incluya los siguientes componentes:
Preguntas sobre el contenido de la lectura para que los estudiantes respondan con sus propias palabras.
Preguntas sobre el nivel de dificultad del material de lectura y una declaración sobre el tiempo y el esfuerzo invertido por el alumno en el trabajo.
Una comparación del contenido real de la lectura con lo que el alumno había predicho en la etapa anterior a la lectura.
Elementos relacionados con vocabulario nuevo o términos aprendidos en la lectura.
Establecimiento de objetivos para futuras necesidades de aprendizaje
Para obtener más detalles sobre los registros de aprendizaje, consulte la sección “Otras actividades” del módulo Sitio de SEA, Lectura y escritura en áreas de contenido.
La redacción de resúmenes es otra forma para que los estudiantes pongan conceptos de la lectura en sus propias palabras. Un buen resumen …
Debe reflejar los puntos principales / clave de una lectura
Debe ser una “cápsula” de la lectura en forma condensada
Proporciona al instructor un buen espejo de la comprensión de la lectura por parte del alumno.
Finalmente, los gráficos KWL, que se discutieron en la sección “Antes de leer: tareas y estrategias”, son otra forma para que los estudiantes registren lo que aprendieron de una lectura. La pregunta “L” es relevante para la etapa posterior a la lectura:
K = ¿Qué sé ya sobre este tema?
W = ¿Qué quiero saber?
L = ¿Qué aprendí de esta lectura?
Actividades de clase
Existe una variedad de actividades en el aula que pueden emplearse en la etapa posterior a la lectura para ayudar a los estudiantes a comprender los materiales leídos. Estos incluyen (a) mapas conceptuales, (b) juego de roles, (c) elaboración de cuestionarios y (d) ferias de investigación.
Los mapas conceptuales son representaciones visuales del material leído y permiten una variedad de expresiones, dependiendo de la naturaleza del material. Para muchos estudiantes, las representaciones visuales son herramientas valiosas de aprendizaje y estudio. Es difícil especificar “direcciones” para la miríada de tipos de redes, gráficos, diagramas circulares y matrices que pueden representar ideas relacionadas. El texto de Vacca y Vacca (1996), Content Area Reading, ofrece una multitud de ejemplos. Consulte el módulo del sitio SEA, Lectura y escritura en áreas de contenido, para obtener detalles sobre el uso de “organizadores gráficos” y otros tipos de mapas conceptuales.
Las actividades de juego de roles permiten a los estudiantes representar conceptos. Por ejemplo, en una clase de tecnología informática, después de que los estudiantes leen sobre las funciones de los diversos componentes de la computadora, el maestro puede seleccionar a los estudiantes para que representen las funciones de la CPU, el monitor, el módem y la impresora.
La realización de cuestionarios es otra actividad del estudiante que puede facilitar la comprensión en la etapa posterior a la lectura. La realización de pruebas alienta a los alumnos a pensar como el instructor del curso y, al mismo tiempo, a considerar qué conceptos en la lectura son clave: “Si usted fuera el maestro y quisiera evaluar a sus alumnos en este capítulo, ¿qué preguntaría?” Esta actividad se puede realizar como una tarea individual o en grupos o parejas de colaboración. Se puede alentar a los estudiantes a crear una variedad de tipos de preguntas.
Al final de un capítulo o unidad, los estudiantes pueden querer aprender más sobre el tema o profundizar en un área en particular. Cuando un curso incluye un componente de proyecto de investigación o la oportunidad de obtener crédito adicional, los estudiantes pueden recopilar más información sobre un área de su interés. Tener una feria de investigación, en la que los estudiantes se presenten a la clase, puede ser una experiencia muy motivadora. Los maestros pueden alentar a los estudiantes a hacer presentaciones en Power Point, a usar otras pantallas visuales o a crear actividades experimentales prácticas.
Conclusión
Brindar a los estudiantes la oportunidad de expresar su comprensión de la lectura, ya sea por escrito, discusión, representación gráfica o juego de roles, les permite aprender unos de otros e integrar el contenido del material de lectura en su base de conocimiento.
Vía:
https://www.ntid.rit.edu/sea/pro …