Tanto los ixianos como la Casa Richese fabrican tecnologías que al menos empujan los límites de la Jihad Butleriana. Está implícito que todas las grandes potencias compran y usan esta tecnología (porque administrar un gobierno planetario sin una calculadora es bastante imposible), pero manténgalo en silencio para mantener las apariencias.
En God Emperor, la presciencia de Leto revela que si no se controlaran, los ixianos habrían desarrollado inadvertidamente tecnología autorreplicante que habría destruido a la humanidad. La represión de Leto sí previene esto, pero en cambio su Camino Dorado lleva a los ixianos a inventar computadoras de navegación que hacen que los navegadores del Gremio sean obsoletos. Sin duda, estos violan la Jihad, pero su utilidad evidente los ve utilizados para transportar humanos lejos del universo conocido en la Dispersión, una parte clave del Camino Dorado.