No creo que nadie haya tenido el poder de “leer la mente de otra persona”.
Lo que suele ocurrir habitualmente es esto:
La persona A ha llegado a conocer bien a la persona B, es decir, cosas como: qué le gusta y qué no le gusta a B, cómo responde B en diferentes eventos, qué le molesta a B sobre su pasado, cuáles son sus esperanzas y ansiedades, y así en ….
Muy naturalmente, por lo tanto, en cualquier situación dada, A es capaz de anticipar correctamente cómo respondería B. Supongamos que ocurre un evento triste. Entonces A puede juzgar bien cómo respondería B, ¡incluso si los dos están en dos lugares diferentes!
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Lo que está en juego aquí es simpatía o compasión , basada en conocer bien a alguien; esto no es “leer la mente”.
Las personas pueden afirmar que son “lectores de la mente”, pero sospecho que tales afirmaciones solo indican una tendencia a presumir.