Solo por diversión, ¿alguien puede escribirme una historia del presidente Trump / distopía estadounidense?

Imagínese esto: el presidente Trump decide cumplir su promesa de “sacar al infierno de ISIS” mediante el uso de armas nucleares tácticas en Siria y el norte de Irak. Sus generales lo instan a que reconsidere, pero … este es Trump, y él nunca admite que ha hecho un movimiento equivocado. Ordena que se entreguen las armas nucleares. Son. Decenas de miles de civiles inocentes, la mayoría de los cuales son musulmanes chiítas, son asesinados y miles más están enfermos. Nuestros aliados reaccionan con horror y asco. Estados Unidos está condenado por la comunidad mundial.

Mientras tanto, Irán toma represalias por la muerte de miles de chiítas llevando a cabo ataques terroristas contra todos los objetivos estadounidenses disponibles (embajadas, ONG estadounidenses, etc.) y aumentando su apoyo a las organizaciones terroristas en la región que se oponen a los Estados Unidos. Estos grupos también atacan a cualquier objetivo estadounidense disponible. Individuos estadounidenses son secuestrados, torturados y asesinados en represalia por las bajas masivas de musulmanes chiítas.

Arabia Saudita, una nación musulmana sunita mayoritaria, aprovecha el caos y se involucra en un esfuerzo múltiple para desestabilizar al gobierno iraní (los dos países han estado en desacuerdo durante décadas, y Arabia Saudita acaba de cortar los lazos diplomáticos con Irán en enero pasado durante Las protestas de Irán sobre la ejecución de un clérigo chiíta por parte de Arabia Saudita).

Rusia observa todo esto con gran interés. El interés de Putin en expandir la influencia de Rusia en Europa oriental (y quizás más allá) es obvio por sus acciones en Ucrania. Rusia aprovecha la división entre Estados Unidos y sus aliados europeos creada por el uso horrible de armas nucleares por parte de Trump (y por el mal trato de Trump a dichos aliados en sus intentos de convertir los tratados de la OTAN en acuerdos comerciales negociables), moviendo silenciosamente a civiles y posiblemente tropas en el Naciones bálticas, Bielorrusia y el resto de Ucrania. Más tarde usa la misma maniobra que usó en Crimea: presenta el acaparamiento de tierras como un hecho consumado que una OTAN debilitada y distraída no rechazará.

China también presta mucha atención. Su militarización actual de sus islas artificiales en el Mar del Sur de China indica su deseo de convertirse en una gran potencia mundial militar. China se volverá más audaz al flexionar su fuerza militar, sabiendo que Occidente está en crisis y probablemente no responderá de manera efectiva. Esto inflamara las tensiones en el sudeste de Asia, incluidas India y Pakistán, dos potencias nucleares que ya tienen una relación tensa para empezar. Algún incidente diplomático relativamente menor se convierte en una tormenta de fuego y se lanzan armas nucleares (el uso de armas nucleares por parte de Trump ya ha sentado un precedente). Millones más mueren.

Mientras tanto, en la patria, el presidente Trump ha declarado el estado de emergencia y ha suspendido el habeus corpus para que pueda arrestar y detener a personas “peligrosas” sin juicio. Su orden de emergencia también le da el poder de silenciar a la prensa. Una población estadounidense aterrorizada, testigo de la guerra nuclear por primera vez, con mucho gusto le da a Trump todos los poderes que pide.

Etcétera etcétera.