Gracias por el A2A. Las posibilidades para los nombres de las compañías (y los títulos de los libros) son infinitas, pero hay algunas trampas que debe evitar:
- No se acerque a la tarea de nombrar en función de lo que es significativo para usted o los demás propietarios. Piense en palabras que sean significativas para sus clientes potenciales.
- Incluye promesas y emociones en el nombre. Como en toda publicidad, concéntrese en los beneficios, no en las características. En los anuncios de automóviles, por ejemplo, verá titulares como “Own the Road” en lugar de una recitación de especificaciones de ingeniería. Nos gusta pensar que tomamos decisiones sobre hechos, pero no lo hacemos; los humanos son seres emocionales y las primeras impresiones son poderosas.
- Nunca nombre una compañía después del título de un libro o de un propietario, a menos que el propietario ya sea famoso. Los compradores de cualquier producto o servicio están haciendo una pregunta, “¿Qué hay para mí?”. El nombre de su empresa y los títulos de los libros deben incitarlos a decir: “¡Cuéntame más!”
- El nombre de la compañía debe permitir un posible cambio de enfoque en el futuro. Tal vez se expanda a otras áreas a medida que crezca el negocio. Tal vez tu idea original no funcione y tendrás que reenfocarte para sobrevivir.
¿El nombre de una empresa pobre es fatal? No. Cometí cada uno de estos errores hace 16 años.