La literatura es algo que no puede estar sujeto a ningún límite. La verdadera literatura no dice nada, solo marca las posibilidades. Cuantos más grados de libertad ofrece al lector para analizarlo, más dimensión adquiere. Y ahí es donde la literatura de Franz Kafka es única.
Hay muchos libros que obligan al lector a pensar como el autor quiere que lo haga. Pero Kafka crea un entorno tan mágico que permite a cada lector comprender el texto a su manera. Aquí el lector le da un significado al texto. No existe un género específico al que pertenece, aunque sus escritos pueden estar influenciados por el existencialismo. Tiene un estilo de escritura propio. En esencia, la literatura de Kafka es única, ya que nos lleva a un mundo donde el enigma de las emociones humanas define la verdad sintética o absoluta; donde la realidad se funde con la fantasía; y donde todo finalmente descansa dentro del espacio infinito de los humanos y de sí mismos.