Cuando estamos leyendo un libro, estamos alimentando nuestro cerebro. Y así es como esa comida nos nutre en su totalidad:
- Mejora el lenguaje: los libros que leemos crean el lenguaje en el que conversamos. Entonces, cuanto mejor es el tipo de libros que leemos, mejores y más refinados se vuelven nuestros pensamientos y actividades. Nuestra comunicación se vuelve más clara a medida que podemos recoger la palabra correcta para expresarnos.
- Amplía nuestros horizontes mentales: ¿no hemos escuchado todos el dicho de que el mundo de un hombre es tan grande como su cabeza? “Cuando leemos más libros, viajamos mentalmente. Exploramos lugares, vistas y emociones a través de palabras que los autores han escrito letra pequeña. Aprendemos más sobre lugares, individuos, costumbres, tradiciones, leyes y muchos más personajes. Cuanto más leemos, más cosas sabemos. Mientras más cosas sabemos, tratamos de lograr más de la vida. Es un hecho que todas las grandes personalidades en algún momento se han inspirado en los libros.
- Mejora nuestro carácter: leer es como hacer ejercicio para tu cerebro. Te hace pensar creativamente. Dibujas visuales e imaginas escenas a partir de líneas de palabras escritas en prosa. Y con mayor frecuencia, nos guste o no, nos comparamos con los personajes de un libro. Así que tenga la seguridad de que un buen libro con personajes virtuosos lo convertirá en una mejor persona, tarde o temprano.
- Conversar con el autor: cada vez que leemos un libro, es el autor mismo quien nos habla a través de sus palabras. Para una mente creativa, incluso podría ser posible imaginar la voz del autor susurrando las líneas de los libros mientras leemos. Incluso años, décadas y siglos después de su muerte, siguen viviendo y enseñando lecciones de vida a través de sus escritos. Los libros son inmortales. Sobreviven a las pruebas del tiempo para iluminar nuestras mentes.
- Nos hace sentir bien: los libros son la fuente del conocimiento. Con el conocimiento viene la confianza. Y leer nos hace sentir más seguros. Sentimos experiencia en un tema de lectura continua. No importa si solo has leído novelas o cuentos. Su gramática y vocabulario habrían mejorado incluso sin su conocimiento.