He observado en algunos estudiantes que cuando el acto de leer requiere demasiado esfuerzo, pueden hacerlo, pero no lo disfrutan. Debido a que el inglés es un segundo idioma para usted, su cerebro puede estar trabajando horas extras para procesar el texto escrito, con el resultado de que aunque * pueda * leer, no lo disfrute. Intente practicar sus habilidades de lectura en un contexto agradable y de bajo esfuerzo para superar esta asociación. Busque libros sobre temas que le interesen, que sean fáciles y agradables de leer. Quizás pruebe libros escritos para adultos jóvenes, donde el vocabulario tiende a ser más simple y el lenguaje más directo. El objetivo es encontrar libros que requieran muy poco esfuerzo para leer, de modo que pueda sentarse y disfrutarlos. Después de un tiempo, su cerebro dejará de asociar la lectura con el estrés mental, y los libros complejos que desea leer serán más fáciles de enfocar. Esencialmente, usted está entrenando a su cerebro para considerar la lectura como “divertida” en lugar de “trabajo”.
Esto ha funcionado con estudiantes míos que han tenido un problema similar.