Digamos que estás a punto de terminar tu novela. Deberías estar bien, es casi el final. Ya sabes cómo se desarrolla la historia, pero, de repente, no logras dejar ir tus ideas.
Ah, estas atrapado. ¿Por qué? Obviamente, algo está bloqueando tu camino. ¿Qué hacer entonces?
Primero, revisa tu trabajo. Hay varios elementos que pueden bloquear su camino: agujeros de la trama, falta de arcos de personajes, dinámica de personajes defectuosos , una trama no desarrollada.
Forzar su camino, con estos problemas, es como construir un castillo de naipes.
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Se derrumbará.
Tomar un descanso es bueno cuando no puedes ver los problemas que mencioné anteriormente. Es mejor resolver problemas, no crearlos. Cuando decides tomar un descanso, también tomas un descanso de mirar hacia adelante y regresar. Piensa cómo puedes mejorar lo que ya has escrito y revisa en consecuencia.