¿Qué villanos tienen planes específicos si logran conquistar el mundo?

1984

En 1984, el villano (personificado por O’Brien, que representa al Partido Interior) en realidad le cuenta al protagonista su visión de gobernar el mundo.

¿Cómo un hombre afirma su poder sobre otro, Winston?

Winston pensó. “Al hacerlo sufrir”, dijo.

‘Exactamente. Al hacerlo sufrir. La obediencia no es suficiente. A menos que esté sufriendo, ¿cómo puede estar seguro de que está obedeciendo su voluntad y no la suya? El poder está en infligir dolor y humillación. El poder consiste en hacer pedazos las mentes humanas y volver a unirlas en nuevas formas de su elección. ¿Comienzas a ver, entonces, qué tipo de mundo estamos creando? Es exactamente lo contrario de las estúpidas utopías hedonistas que imaginaron los viejos reformadores. Un mundo de miedo y traición es el tormento, un mundo de pisoteo y ser pisoteado, un mundo que crecerá no menos sino más despiadado a medida que se refina. El progreso en nuestro mundo será progreso hacia más dolor. Las antiguas civilizaciones afirmaron que fueron fundadas en el amor o la justicia. El nuestro se basa en el odio. En nuestro mundo no habrá emociones, excepto el miedo, la ira, el triunfo y la humillación. Todo lo demás lo destruiremos, todo. Ya estamos rompiendo los hábitos de pensamiento que han sobrevivido antes de la Revolución. Hemos cortado los vínculos entre niño y padre, y entre hombre y hombre, y entre hombre y mujer. Ya nadie se atreve a confiar en una esposa, un hijo o un amigo. Pero en el futuro no habrá esposas ni amigos. Los niños serán tomados de sus madres al nacer, ya que uno toma huevos de una gallina. El instinto sexual será erradicado. La procreación será una formalidad anual como la renovación de una tarjeta de racionamiento. Aboliremos el orgasmo. Nuestros neurólogos están trabajando en ello ahora. No habrá lealtad, excepto lealtad hacia el Partido. No habrá amor, excepto el amor de Gran Hermano. No habrá risas, excepto la risa del triunfo sobre un enemigo derrotado. No habrá arte, ni literatura, ni ciencia. Cuando somos omnipotentes no tendremos más necesidad de ciencia. No habrá distinción entre belleza y fealdad. No habrá curiosidad, ni disfrute del proceso de la vida. Todos los placeres competitivos serán destruidos. Pero siempre, no lo olvides, Winston, siempre habrá una intoxicación de poder, en constante aumento y en constante crecimiento. Siempre, en todo momento, habrá la emoción de la victoria, la sensación de pisotear a un enemigo indefenso. Si quieres una imagen del futuro, imagina una bota estampada en un rostro humano, para siempre.

¿Cómo es eso de un plan?