Cómo escribir un buen discurso devocional

Escribir una devoción puede brindar esperanza a sus lectores y alentarlos de una manera que las conferencias o los artículos simples no pueden. Un devocional es una pieza muy bien pensada con respecto a un tema muy minucioso que generalmente se especializa en una lección espiritual específica.

Escribir devocionales no tiene que ser difícil, hay varios pasos que deseará calmarse, centrarse y escribir lo que Dios desea que escriba.

Sea orante: antes de poner la pluma en el papel, o más bien, comience a escribir, ore.

Elija un tema: después de orar intensamente sobre qué escribir, elija un tema que le venga a la mente y concéntrese terriblemente en ese tema. ¡Es fácil inducir a la escritura impresa con todos los conceptos que pueden surgirle!

Sea breve: su devocional no debe tener más de una página o 500 palabras. Pero es aún mayor si son solo 500 palabras, dispare 250 palabras para mantenerse enfocado en un pequeño tema dirigido por láser.

Conozca a su audiencia: una vez que tenga su tema, escríbalo a una audiencia específica, esto se llama su “mercado objetivo” en los negocios, pero aquí, esta es su audiencia.

Verifique sus hechos: haga positivo, si está citando las escrituras bíblicas, no solo verifica las escrituras para formar positivas, no está sacando una cosa fuera de contexto, y está citando correctamente, sino que construye positivo usando un verso relevante para apoyar tu devocional.

Usa analogías

Sea conciso y prevea

Por ejemplo, hay cuatro cosas mejores que el dinero.

Sabiduría. La sabiduría es lo principal. Necesitas sabiduría para ganar dinero, no dinero para ser sabio. La gente sabrá lo sabio que eres si ahorras e inviertes antes de gastar. Un hombre sabio puede aprender más de una pregunta tonta que un tonto puede aprender de una respuesta sabia.

Amor verdadero. La gente no solo se enamora. Crecen en el amor.

Un buen nombre Un buen nombre es mejor que la riqueza. Kevin Spacey tiene mucho dinero pero ha perdido su buen nombre porque era un pedófilo.

Salvación de tu alma. Jesús es la clave para la salvación de tu alma. No puedes comprar tu salvación con dinero. Tu alma es más preciosa que el dinero. El dinero es temporal.