No he leído TSoT recientemente y no tengo una copia a mano, pero diría que las sirenas juegan un papel muy importante como cebo ilusorio que motiva gran parte de la acción del libro. El hecho de que resulten no ser lo que parecían (o se esperaba que imaginaran) al principio es típico de Vonnegut: saca la alfombra de debajo de su personaje para comentar sobre la locura del deseo (perseguimos quimeras o deseamos cosas que al final no satisfacen realmente). Las sirenas son aptas para el título porque la novela en su conjunto tiene que ver con propósitos y motivos. Las personas en el libro asumen que están destinadas a hacer un trabajo importante y significativo, pero al final resulta que toda la humanidad existe solo para proporcionar una pieza de repuesto para una nave espacial.
El vacío de la ilusión regresa en un episodio menor en God Bless You, Mr. Rosewater, donde un personaje es reprendido por mirar las imágenes en una revista femenina, que recuerda “es solo papel”.