La curiosidad no tiene límite de edad. Es un estado mental y nuestra especie tiene una inclinación natural a sentir curiosidad por nosotros mismos y la vida en general. Entonces, sí, todavía me entusiasman las ideas y los nuevos autores. Para mí, estar entusiasmado con las ideas es como respirar; todo puede ser un acto de renovación al sumergirse en una nueva experiencia. Entonces, si me encuentro demasiado cansado para estar emocionado por algo, a propósito busco algo de interés y me sumerjo en él: ya sea un niño jugando, una rama de árbol moviéndose en el viento, un pájaro volando cerca, un colorido pedazo de Basura flotando en una canaleta sucia. ¡Cualquier cosa! Hay tanto disponible que no es realmente difícil entusiasmarse por estar vivo simplemente buscando conscientemente. Por supuesto, hay momentos de tragedia abrumadora: piense en un campamento durante el holocausto. Pero incluso entonces, por devastador y doloroso que sea, hay cosas que ganar, cosas que aprender. Lea, por ejemplo, sobre las experiencias de alguien como Viktor Frankl y cómo sobrevivió a los campamentos.
Al leer mi respuesta, se me ocurrió que estaba describiendo una especie de atención plena. Una forma de interesarse por la vida sin perder el rumbo.