El ritmo narrativo o el ritmo pueden ser nebulosos a veces. Varios autores tienen diferentes formas de abordarlo y, en última instancia, depende de la historia y sus personajes. Te diré cómo controlo el ritmo en mis trabajos, pero esta no es la única respuesta y puede que no sea adecuada para todos los escritores o situaciones.
La progresión hacia adelante son los personajes que trabajan para obtener el objetivo de su historia y eso está determinado por la trama.
El ritmo es qué tan rápido o lento ocurre esa progresión.
“Historia de ritmo rápido” o “acción sin parar” son frases que a menudo se usan para describir una novela de suspenso. Cuando lees un libro que te hace pasar las páginas, tu corazón late con fuerza, ya que un evento tras otro sucede: los personajes y tú, el lector, no disminuyen la velocidad para recuperar el aliento, estás experimentando el ritmo allí mismo.
¿Alguna vez has dejado un libro solo para tomar un descanso porque se movía muy rápido? ¿O incluso solo una pausa rápida, mirar hacia arriba desde la página, respirar profundamente y luego volver a entrar?
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Esos son solo un par de ejemplos de ritmo en el trabajo, cuando se mueve rápido y golpea fuerte. Un desastre tras otro, nunca se ralentiza y tú tampoco.
Pero cuando observa la estructura real, el ritmo cambia todo el tiempo.
- Ejemplo 1 – Los personajes están en un tiroteo con balas volando, corren de un punto a otro buscando cobertura. El ritmo es rápido junto con la adrenalina. Entonces todo se detiene: no más disparos, ni balas rebotando, no más carreras. O el malo está muerto o ha desaparecido. El ritmo ha cambiado. Todavía hay intensidad, pero los eventos se mueven más lentamente ya que los personajes se ven obligados a tener precaución.
- Ejemplo 2 = Los protagonistas románticos tienen una gran discusión: están gritando, gritando, el ritmo es rápido. Es una gran disputa. El diálogo es corto, oraciones incompletas. Pocas etiquetas de diálogo y narrativa mínima. Los personajes usan palabras monosilábicas con más frecuencia. Cuando termina la discusión, el ritmo se ralentiza, la pareja habla: se besan y hacen las paces. Las oraciones son más largas, más articuladas, con una redacción más compleja y más narración.
Para una acción rápida
Usa verbos poderosos. Evita las oraciones pasivas. Las frases cortas, o incluso incompletas, fluyen más rápido. Minimiza el uso de conjunciones.
Los saltos de párrafo crean impacto.
Evite una redacción demasiado compleja.
Para ralentizar una escena
Haz tus oraciones más largas y da más detalles. La elección de palabras se vuelve más compleja y ve que se está empleando una estructura diferente. Cambiar el flujo, como se demuestra aquí, de una oración también cambia el ritmo.
(Los ejemplos son exagerados).
¿Con qué frecuencia cambia el ritmo?
Eso depende tanto de la trama como del conflicto. Puede tener una larga persecución en automóvil (como lo demostró Bullit) pero no puede durar toda la película. Puede hacer que dos personajes permanezcan en la misma habitación durante toda la historia, pero eso no significa que no vayan a ninguna parte o que el ritmo sea lento. El conflicto es acción. La forma en que ocurre ese conflicto está limitada solo por su imaginación, pero no siempre tiene que ser una escena de persecución para acelerar y una disputa de amantes no siempre significa que no hay acción.
Cuando el conflicto golpea fuerte y no cede, el ritmo aumenta. Simplemente no olvide ralentizar todo de vez en cuando para que los lectores y los personajes puedan hacer un balance, reevaluar y formar nuevas metas.
Tus personajes tienen que descansar un poco de vez en cuando. Si el escritor no lo permite, corren el riesgo de perder al lector. En el otro lado de esa moneda, ralentizar el conflicto con demasiada frecuencia, exagerar y hacer que el conflicto sea interno, o poner demasiados descansos en los resultados, el ritmo se detiene y también corre el riesgo de perder al lector.
Los cambios de ritmo son necesarios, pero cuando suceden, cómo suceden y durante cuánto tiempo, depende completamente del escritor, los personajes y la trama.