La palabra que use depende de la declaración hecha por el país en su ejemplo. Una declaración evasiva evita dar una respuesta directa. Una declaración engañosa crea una falsa impresión aunque técnicamente no sea falsa. Una declaración engañosa es aquella que deliberadamente proporciona información falsa con la intención de crear un engaño.
El país en cuestión podría adoptar cualquiera de los tres enfoques. Por ejemplo, Grecia “cocinó los libros” y deliberadamente proporcionó información financiera y económica falsa para unirse a la eurozona en 2001. Tomó la ruta del engaño. El país en su ejemplo podría muy bien hacer algo similar. O puede optar por engañar proporcionando información verdadera sobre su programa de armas nucleares (“medias verdades”) que, sin embargo, crea una falsa impresión. La evasión sería el más difícil de los tres enfoques en su ejemplo.