Para mis historias, divido a los personajes en dos secciones durante el desarrollo. Esto no es como una regla fija, sino más bien una retrospectiva. 😛
En primer lugar, son personajes con los que quiero contar una historia en particular, normalmente la exploración de un tema o idea. 😀 Dentro de mi borrador de la novela, cada uno de los cuatro personajes principales simboliza un cierto aspecto de mí mismo con el que he luchado (es decir, estar a la altura del legado de los padres, el manejo de la ira y el amor no correspondido). Construyo estos personajes alrededor de los conflictos y arcos planeados. Por supuesto, tengo que tener cuidado de no dejar que se conviertan en simples caricaturas, no en este primer grupo de personajes de todos modos.
En segundo lugar, hay personajes que son divertidos de escribir. Estos son normalmente el alivio cómico, o simplemente ideas “geniales”. Con estos personajes, todavía trato de hacerlos tridimensionales, pero no me preocupo tanto si se meten en el cliché. Están más definidos por sus peculiaridades y acciones que su desarrollo a lo largo de la historia. Tiendo a tener más de estos personajes en cuentos cortos donde el enfoque es una breve lectura agradable.
En general, lo que más me gusta hacer por escrito son los tropos subvertidos. Muchos de mis personajes están inicialmente pintados y definidos como arquetipos para poder socavarlos más tarde. Esto es cierto para los personajes de ambas categorías y probablemente el factor más determinante para quién elijo sobre quién escribir. Espero que esto ayude 😀
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