¿Cuáles son algunas de las mejores novelas escritas desde el punto de vista de una víctima de guerra?

El camino estrecho hacia el norte profundo

No es una novela escrita por el punto de vista de una víctima de guerra, pero seguramente resume todas las cosas que pasan por las víctimas de guerra en sus últimos años. La novela está escrita por el escritor australiano Richard Flanagan, aunque tiene un personaje principal que es Prisionero de guerra en Japón y hay muchos otros personajes en esos campos cuyas vidas giran en torno al protagonista.

En realidad, nos lleva a través del viaje de construir lo que hoy llamamos ‘ferrocarril de la muerte’ o ferrocarril de Birmania. El Imperio de Japón retuvo a miles de prisioneros de muchos países durante la Segunda Guerra Mundial y los obligó a completar la vía del ferrocarril sin preocuparse por la salud de los prisioneros. Es tan conmovedor que a veces me resulta difícil leer el dolor y el sufrimiento por el que pasaron los prisioneros sin comida durante días, epidemias y sin medicamentos.

En años posteriores, aquellos que sobrevivieron a la guerra viven una vida vacía, porque los años que habían pasado en los campos de prisioneros de guerra no dejaron nada en ellos que pudiera llamarlos humanos. La forma en que el escritor ha descrito esos sentimientos te deja estupefacto.

Seguramente vive contigo para siempre y te hace pensar en el profundo impacto que la guerra puede tener en las personas en sus vidas personales.

¿A quién te refieres con víctimas? En mi opinión, las víctimas no son los soldados perdedores, sino los no combatientes, incluidas las mujeres y los niños … así que

Neville Shute’s a Town Like Alice está escrito desde el punto de vista de una mujer inglesa capturada por los japoneses en el sudeste asiático. Junto con otras mujeres y niños, son trasladados de un campamento a otro y muchos mueren en el viaje. (Es una ficción: hubo mujeres obligadas a marchar por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, pero las mujeres eran holandesas, no británicas, y la marcha fue en Sumatra, no en Malaya).

La noche de Eli Wiesel

El día de Aleksandr Solzhenitsyn en la vida de Ivan Denisovich

El diario de una niña de Anne Frank

Johnny tiene su arma

por Dalton Trumbo