Es un sentimiento bastante sorprendente, en verdad.
Cuando completé mi primera novela de ficción y fantasía, ‘Contractor: The Legendary Contract of Vento’, la euforia que experimenté no tenía paralelo.
Por un lado, estaba extremadamente orgulloso de mí mismo por completar una novela de 312pg mientras estaba en la escuela, a pesar de la inmensa carga de trabajo que nos dejó en el Sistema de Educación de la India.
Pero aún más que eso, cuando finalmente tienes en tus manos la primera copia impresa de tu trabajo, te das cuenta de que has hecho realidad una idea, una manifestación en tu mente, un producto de tu imaginación.
En tus manos hay algo hecho completamente por tus propios esfuerzos y creatividad, que contiene un mundo donde eres el dios y controlas el destino de cada personaje en él. Ese sentimiento es una especie de revelación.
Honestamente, escribir una novela puede ser una de las experiencias más hermosas y fructíferas de tu vida.