Al leer una novela traducida al inglés, ¿estamos realmente experimentando lo que pretendía el autor, dado que su prosa original se ha perdido?

Creo que tienes razón al distinguir entre una novela y una no ficción.

Un amigo economista recogió la traducción al español de un trabajo financiero que había escrito en inglés y le pidió a un traductor profesional que volviera a convertir un par de oraciones al inglés. El autor se sorprendió de que la traducción de regreso fuera precisa.

Con una novela es probable que la redacción sea más matizada. Tome la famosa novela L’Etranger, de Albert Camus. El traductor tiene un desafío inmediato: ¿el título en inglés debe ser “The Foreigner”, “The Stranger”, “The Outsider” u otra cosa? Cada uno tiene sus propias connotaciones, pero cada uno puede ser una traducción correcta del original.

Luego pase a la oración inicial de esa novela: “Aujourd’hui, maman est morte”. Entonces, ¿representamos esto como “Madre” o “mi madre”? Probablemente rechazaremos “Mamá” o “Mamá” como demasiado familiares para ser una verdadera traducción del original en su contexto. ¿O debería retenerse la palabra original “Maman”, con el argumento de que será entendida por el lector y conserva algo del sabor original? ¿Y qué hay del orden de las palabras? “Mi madre murió hoy” o “Mi madre murió hoy” o “Hoy, mi madre murió”.

La oración inicial es crucial para establecer el tono de la novela, por lo que esta oración más simple aún debe traducirse con sumo cuidado. Si la palabra “hoy” se saca del primer lugar, gran parte del impacto se pierde (me parece). El tema de esta oración en particular se discute con mayor detalle aquí.

La respuesta directa a la pregunta es, por lo tanto, “no”. Una novela traducida siempre estará llena de matices y connotaciones que son diferentes de las del texto original. Sin embargo, eso es probablemente de importancia secundaria para el mérito artístico de la traducción general. Si es una gran novela en la versión original, también debe ser una gran novela en traducción. Dicho esto, el buen traductor capturará tantos aspectos del original como sea posible y encontrará el equilibrio perfecto entre precisión y belleza.

Un ejemplo más de un título problemático para la traducción es “La Cousine Bette” de Balzac. Esto probablemente se traducirá simplemente como “Primo Bette” (o posiblemente “Primo Betty”) pero se perderá el trasfondo que el lector escucha en el original (la cousine bête = la estúpida prima).

Cuando se escribe cualquier pieza, resuena con las personas de una edad, etnia, género en particular, etc. La mayoría de los países tienen culturas muy diferentes que alguien que nunca ha estado allí probablemente no entendería. El lector ya considera que estas diferencias culturales son entendidas, por lo que el autor se concentra en la escritura. Pero cuando se traduce, el significado y las diferencias culturales, etc., no se muestran en sus colores verdaderos o incluso en la forma en que fueron diseñados por el autor. La traducción quita el tirón de las novelas.

¿Alguna vez leemos lo que pretenden los autores, incluso cuando leemos su trabajo en el idioma original? Esa es una pregunta interesantemente laberíntica por sí sola; mi punto, sin embargo, es este: todas las lecturas son interpretaciones. Creo que esta es la mejor manera de abordar una obra de ficción traducida también, como una lectura cercana, pero inevitablemente subjetiva, del original y, por lo tanto, una interpretación.

Que yo sepa, la única traducción al inglés de Cien años de soledad de García Márquez es la de Gregory Rabassa. No sé nada del texto original en español. Pero sí sé que el texto de Rabassa es mágico y una obra de literatura en sí mismo. ¿Mi experiencia con esta obra maestra habría sido la misma si hubiera sabido español y hubiera leído el original? No tengo forma de saberlo y, por lo que sé, puede que no lo haya sido. Veo el texto de Rabassa como un resultado interpretativo de una colaboración (ya sea literal o metafórica no debería ser una preocupación del lector) entre el propio Rabassa y García Márquez: distinto del original y una obra de arte por derecho propio. Esto, en mi opinión, es válido para cualquier traducción de una obra de ficción de un idioma a otro.

PD: Cualquier persona realmente interesada en el problema de la traducción y sus matices y ramificaciones debería leer la maravillosa lectura de David Bellos ¿Es eso un pez en tu oído?

Editar: he publicado esto en mi blog. Aquí: Notas sobre lectura y literatura: traducción

No tengo una amplia variedad de experiencia en este campo, sin embargo, les daré un ejemplo de la traducción de poesía que conozco. El poeta Rilke escribió en alemán. Hubo numerosas traducciones de su trabajo publicado en los Estados Unidos. Busque el poema que estoy leyendo solo de Rilke, compare cualquier otra versión con la traducción de Robert Bly. Este pequeño experimento le dará una idea más clara de lo difícil que es crear un significado idéntico en un idioma diferente a cualquier otra cosa que se me ocurra. Además intenta tomar una palabra alemana como
Weltanschauung y traduciendo el significado del inglés. Un buen editor tiene que entender la idea en su nivel central para que cualquier traducción que se parezca al original sea posible. Mientras que la traducción es mucho más simple cuando se describen acciones cotidianas Ej .: Lleve los platos al comedor; Cuanto mayor sea la profundidad de los sentimientos y la complejidad de los conceptos, más difícil será la traducción precisa. La fricción cubre una gran cantidad de territorio. En un Mistry, gran parte de lo que lees puede ser igual a lo que pretendía el escritor. En una película de suspenso psicológico, filosófico, religioso o poético, gran parte de lo que lees puede ser muy diferente de lo que pretendía el escritor. Si seguiste mi sugerencia de buscarla bien, su grupo está en duda, ya sabes que esto puede significar la diferencia entre texto poderoso y en movimiento y lo que parece poco inspirador.

La cuestión de la agencia de autor se aplica a todas las palabras escritas, no solo a las traducidas. La comunicación es inherentemente imprecisa. Todos tienen sus propias connotaciones, denotaciones, suposiciones, etc. Las intenciones absolutas de un creador nunca se pueden conocer.

Si bien la traducción ciertamente parece que introduciría más incertidumbre, no creo que sea tan grave como parece. Un buen traductor sabrá cómo trabajar conceptos abstractos en frases con las que el nuevo público esté familiarizado y que no se desvíen del significado “previsto”.

Creo que los traductores hacen un buen trabajo, en la mayoría de los casos para mostrar la misma experiencia que el original. He leído muchos traducidos y no encuentro la diferencia.
Por ejemplo, ¡prueba al alquimista de Paulo Coelho!
Fue escrito en portugués y luego traducido al inglés. Y puedo decirte esto, después de leer ambas versiones, el efecto es tan profundo como el otro.