En mi experiencia, las cosas básicas que hacen que una nueva jugada sea convincente son las mismas cosas básicas que hacen que una vieja jugada sea convincente: necesito estar lo suficientemente intrigado para querer saber qué sucede después, y el final tiene que estar justificado (de una manera o otro). No creo que haya reglas escritas en piedra que tenga que ser “nervioso” o “seguro”, solo tiene que ser bueno. Tiene que estar bien escrito, bien actuado y bien producido.
Sin embargo, la pregunta de qué hace que una persona quiera venir a ver una nueva obra tiene respuestas siempre cambiantes. Me gusta pensar que es más probable que las personas vean una obra de teatro de una compañía establecida hace mucho tiempo que se dedica a trabajos nuevos en lugar de una compañía que típicamente hace trabajos producidos previamente que de vez en cuando se arriesga, o de una marca. nueva empresa que aún no se ha ganado seguidores. Hay más arte malo que buen arte; siempre es una apuesta cuando no sabes de antemano si la nueva jugada que vas a ver es buena o si pronto se perderá a tiempo como cualquier otra mala jugada.