La respuesta es mucho. Era una de mis metas, no estoy diciendo que en realidad tuve éxito, pero era una meta: poner a las personas en situaciones esencialmente básicas: ir a la escuela de magia, descubrir una tierra mágica secreta, pero tratar de llevarlas a reaccionar a esas situaciones como lo harían las personas reales. Y con esto llegaron algunos pensando en quién realmente terminaría en la escuela de magia. Probablemente una verdadera colección de personas muy imperfectas. Cuando quieres algo tan mal como estos niños quieren magia, sabes que tiene que haber algunas cosas fuera de balance, psicológicamente. El resultado fue que terminé describiendo sentimientos, emociones y comportamientos que no necesariamente se ven mucho en la fantasía, como la depresión, el aburrimiento y la adicción.
Y creo que la gente respondió a eso. Eso sí, esos personajes defectuosos también alejaron a algunas personas. Pero eso es lo que estaba tratando de hacer.