Los buenos son.
Dirijo Grok Communications: la primera agencia dedicada de narración de historias de la India y confío en mí: es la historia la que hace la manipulación, no el narrador.
Claro, el narrador puede agregar mucho más golpe, pero una historia finamente elaborada con las notas y resonancias correctas en términos de trama y transformación puede convertir a los oyentes en masilla.
Este fenómeno en el que el público es susceptible a las ‘sugerencias’ ocurre debido a la empatía. Cuando el público puede relacionarse y empatizar con un personaje y verse a sí mismo en él, queda enganchado. Hay un fuerte vínculo que se forma entre el público y el personaje.
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Pero, este vínculo funciona en ambos sentidos.
Este vínculo ayuda a la audiencia a entrar en la historia. Pero, lo que es más importante, ayuda a que la historia entre en la audiencia. La moral, el mensaje y la transformación que sufre el protagonista se filtra en la audiencia y los cambia, para bien o para mal.
Advertencias
- La historia y el narrador tienen que ser buenos para que se forme un vínculo bidireccional.
- La empatía es crítica. Si el público no asimila al personaje, no puede haber manipulación.
- No toda manipulación es mala. Las historias y, en consecuencia, la manipulación, se han utilizado para bien y para mal.
Espero que esto ayude.