¿Cómo comienzan los escritores en su profesión?

Esto debería depender de lo que desea escribir y de con quién quiere trabajar. Por ejemplo, ¿estás interesado en trabajar independientemente? ¿Te importaría asumir múltiples proyectos a pequeña escala y llegar a la cima?

Además, hay muchos tipos de escritores. Podrías convertirte en periodista, escritor fantasma, novelista, escritor de negocios, redactor, etc. Le sugiero que realice su investigación sobre lo que implica cada función para decidir cuál podría ser la mejor opción para usted de acuerdo con sus habilidades e intereses.

Tan pronto como lo haga, podrá decidir en qué trabajar, por ejemplo, el tipo de contenido que publicará y su público objetivo. Como consejo final, si no tiene un blog, considere hacerlo, ya que aumentará en gran medida sus posibilidades de ser descubierto.

Aquí hay algunos artículos que pueden ayudarlo a comenzar:
Cómo convertirse en un exitoso escritor independiente
El negocio de la diversión: pasos para convertirse en un escritor de comedia

Los escritores entran en su profesión muy lentamente y con grandes dificultades. La mayoría de ellos nunca se dedica a su profesión.

Tome ejemplos de nuestro glorioso pasado. La mayoría de los escritores clásicos (y con esto quiero decir escritores europeos, los únicos escritores REALES) nunca entraron en la profesión.

Herman Hesse se vio obligado a trabajar como encargado de la librería, luego editor y cuando tuvo suficiente para mantener su hábito de escritura, lo entregó todo y murió.

Dostoievski era un humilde empleado. Escribió para periódicos que escriben historias episódicas luego compiladas en sus famosos libros.

Cervantes fue soldado y luego funcionario público. No podía permitirse entrar en la profesión …

PD. Estaba bromeando acerca de los escritores europeos porque, como ven, la profesión de escritores es un invento estadounidense que surgió con el crecimiento de la industria del entretenimiento y la industria de los libros …

Comencé por llegar a un hogar que valoraba la lectura y la escritura. Mi papá solía leernos libros por 45 minutos todas las noches.

Las tareas de escritura de mi trabajo escolar fueron reconocidas como valiosas e incluso publicadas en el periódico local.

Entonces empecé.

Me rodeo de silencio y luego me concentro en escuchar lo que me dice mi voz interior. Cuando hago eso, después de un tiempo empiezo a murmurar.
Luego tomo la pluma y el papel y empiezo a escribir para ver qué me trae.