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Mi consejo sonará un poco duro, pero puede ser la píldora amarga que necesita.
No eres escritor
En serio, ¿tienes un libro en tu cabeza durante 5 años y nunca lo escribiste? Eso muestra claramente que no quieres escribir. Te puede gustar la idea de ser escritor. Pero honestamente, en este punto, eso es lo mismo que deseas ser un mago. No se puede hacer.
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Dices que trabajas 12 horas al día.
¿Qué pasa con el tiempo que viaja a la oficina (10-15 minutos cada día)? No me digas que te teletransportas cuántico a tu lugar de trabajo. En caso afirmativo, reenvíe mi currículum.
¿Qué hay de los fines de semana? ¿Y las vacaciones? No me digas que no tienes vacaciones. En caso afirmativo, ignore mi correo de currículum.
Mi punto es que puedes ser escritor si hay una pasión ardiente por dejar las palabras en papel o en una computadora portátil. Puede ser escritor si tiene ganas de ahogarse si no deja sus pensamientos en papel.
Me llevó tres años escribir mi libro. Y trabajo en banca de inversión. Por lo tanto, estoy al tanto de las horas de trabajo. Entonces, ¿cómo lo hice?
Bueno, hay un diario de bolsillo que llevo donde quiera que vaya. La inspiración puede golpearte en cualquier lugar, por lo que debes estar preparado. Escribiría mi trama, diálogos, cosas importantes, descripción de los alrededores en ese pequeño diario de bolsillo. Una vez, estaba en local. Un CST repleto con destino a locales. De repente, una idea para la trama me sorprendió. Me escabullí en el local para anotarlo. (3-4 minutos) Cuando regresé de la oficina escribí la idea en una computadora portátil (3-4 minutos). Entonces, un total de 6-8 minutos en una idea, cada día.
Luego están los fines de semana.
Los fines de semana, recuerdo, mis amigos me llamaban para tomar una copa con ellos o ir a un club o algo o al menos conseguir una novia (¡sí, claro!). Pero solo diría una cosa: ‘Yaar kaam karna hai’ (Amigo, tengo algo de trabajo). Por ‘Kaam’ quise decir escribir. Cada viernes por la noche, tomaba un capuchino muy caliente del CCD y caminaba de regreso a casa pensando en lo que voy a escribir. Escribiría hasta las 3-4 de la mañana. Luego, al día siguiente, lo leería, lo editaría. Y el ciclo continuó hasta que terminé el libro.
Así que para resumir. El deseo y la perseverancia son mucho más importantes que ‘La idea de un libro en tu cabeza’.