La ciencia ficción es una ficción que examina los efectos que la ciencia y la tecnología podrían tener en la condición y experiencia humana. A menudo extrapola un estado futuro de la ciencia y la tecnología, para hacer eso.
Establecer una historia en el espacio o en otro planeta no necesariamente convierte esa historia en ciencia ficción. El espacio tampoco es un requisito en una historia de ciencia ficción.
Star Wars es un ejemplo de ficción fantástica, no de ciencia ficción porque la fuerza impulsora y los elementos esenciales de la historia son fantásticos, centrándose en lo sobrenatural y el mito. Sí, vuelan en naves espaciales, pero ¿cambiaría dramáticamente la historia de Star Wars si tuviera lugar en los mares?
Star Trek es a menudo, pero no siempre, ciencia ficción. Muchos episodios se extrapolan para ver cómo la inteligencia artificial, la clonación, el armamento avanzado u otro concepto hecho posible por la ciencia podrían cambiar la experiencia de ser humano. Pero también hay muchas historias de Star Trek donde la tecnología es incidental a la historia.
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La prueba del barco de Star Wars es a menudo una buena manera de probar si una historia es realmente ciencia ficción. Un ejemplo de Star Trek es el episodio original de la serie “Balance of Terror”. Ese episodio presenta a Kirk y al Enterprise en una batalla de ingenio con un comandante romulano y su nave. Aunque la historia se desarrolló en el espacio, fue esencialmente una nueva versión de una película de la Segunda Guerra Mundial en la que dos comandantes de submarinos se enfrentan entre sí. La ciencia no era crítica para la historia, por lo que no era realmente ciencia ficción, era ópera espacial.
Las novelas (y películas) de Michael Crichton son algunos de los mejores ejemplos de ciencia ficción que no implican espacio. Casi todas las novelas que escribió eran de ciencia ficción o tenían elementos de ciencia ficción, del Parque Jurásico en el que la ciencia trajo dinosaurios a Prey que extrapolaron sobre el futuro de la nanotecnología.