No hay una regla o ley sobre esto en sí misma. Por supuesto, se escriben muchas biografías sobre personas que ya no están vivas, por lo que no necesitarían recibir un pago. La “historia” de alguien suele ser de dominio público (se puede escribir libremente sobre ella), especialmente si es una figura pública.
A veces escuchamos el término “biografía autorizada”, que es solo eso: una biografía escrita con el consentimiento y la cooperación del sujeto. Este enfoque tiene beneficios y desventajas. Los beneficios son que al trabajar con la cooperación activa del sujeto, tendrá acceso a documentos, recuerdos personales y otra información que otros biógrafos no tendrían. La desventaja es que el sujeto podría insistir en revisar y aprobar el manuscrito, lo que podría introducir sesgos y evitar la inclusión de partes particularmente interesantes que el sujeto preferiría no haber publicado.
La biografía autorizada debe tener un contrato escrito que confirme los términos del acuerdo. A veces, una biografía autorizada también es exclusiva, ya que el sujeto acepta trabajar con un solo autor / un libro, y no contar su historia a varios autores. Esto puede implicar una tarifa, pero no es un requisito legal. Sin embargo, recomendaría que si está entrando en un contrato tan detallado, consulte a un abogado. A veces, un contrato necesita “consideración”, lo que puede significar dinero, para ser ejecutable.
Finalmente, los sujetos particularmente ricos y poderosos, que tal vez no necesiten pagar legalmente, aún organizarán batallas legales costosas para intimidar a los autores hostiles.
- La apropiación en el arte: ¿difunde la autoría?
- No soy bueno escribiendo. Entonces, ¿qué crees que debería escribir?
- Al escribir, ¿cómo haces transiciones suaves de una escena a otra?
- ¿Qué usas para escribir sobre ti?
- ¿Cómo puede proteger su escritura antes de que se publique?
En 1986, por ejemplo, el autor JD Salinger perdió una demanda en la que intentó bloquear la publicación de una biografía que contenía cartas que había escrito, reclamando protección de derechos de autor. El juez dictaminó que la inclusión de las cartas era “demasiado mínima para someter a Salinger a un daño grave”.
http://www.nytimes.com/books/98/…