Soy un ex instructor universitario de inglés y literatura. Descubrí que disfrutaba mucho más escribiendo, además de que me pagaran más, y así fui a trabajar para una editorial. Lo extraño es que también he trabajado en otros trabajos y esas habilidades que retuve de enseñar en la universidad fueron invaluables en otras situaciones, desde la capacidad de escribir y ayudar a otros con su escritura hasta aprender la paciencia cuando trabajaba con otras personas.
La mayoría de los instructores y profesores universitarios ganan poco dinero. Algunos ganan incluso menos que sus homólogos en los sistemas de escuelas públicas. Es triste que aquellos que nos enseñan a nosotros y a nuestros hijos, y en algunos casos que han dado sus vidas para proteger a nuestros hijos, reciben tan poco dinero.
Los administradores universitarios, sin embargo, tienen un nivel salarial mucho más alto, especialmente aquellos involucrados en programas deportivos.