Recuerdo haber leído una vez sobre una mujer que le hizo esta misma pregunta a un amigo escritor en una carta. No recuerdo todos los detalles.
Él le respondió y le preguntó qué había debajo de sus pies. Su respuesta, “Ladrillos”.
Él escribió: “Hábleme de los ladrillos”.
Se dispuso a aprender sobre ladrillos, su historia, las diversas formas de hacer ladrillos, etc. Luego escribió sobre lo que había aprendido y se lo envió a su amiga.
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Su respuesta, “Bien hecho. Ahora, ¿qué hay debajo de los ladrillos?
Esta historia puede ser anecdótica, pero ilustra el punto. Algunas de las respuestas aquí han sugerido elegir un tema que le apasione. Estoy de acuerdo. Sin embargo, puede aprender a apasionarse por su escritura sin importar su tema o estilo de escritura.
Incluso en los escritos más aburridos, una auditoría ISO, por ejemplo, puede apasionarse por una oración bien elaborada, por la claridad, por ser conciso.
Cuando aprende esta mentalidad, puede divertirse escribiendo ficción, no ficción, técnica, legal o cualquier otra cosa.
¿Sobre qué deberías elegir escribir? Hay todo un mundo por ahí. Da el primer paso; el tema no importa en absoluto. Entonces disfruta el viaje.