¿Qué hace rico a un idioma?

La respuesta más obvia es el tamaño de su vocabulario, pero los idiomas con vocabularios más pequeños pueden ser tan ricos si tienen una gramática complicada para compensarlo.

El polaco es un idioma muy rico. Aunque no tiene un vocabulario tan grande como el griego, el inglés o el ruso, tiene una gramática más compleja que las tres, lo que permite algunas expresiones bastante elaboradas en una sola palabra. Por ejemplo, “Lo quiero” es “Chcę to”, pero “Me hubiera gustado” es “Chciałbym to” – ¡la declaración más compleja sigue siendo solo dos palabras!

En el extremo de la riqueza gramatical, hay idiomas en la selva amazónica que tienen hasta 140 clases de género para sus sustantivos, lo que significa que un ligero cambio de énfasis tonal al final de una palabra hace la diferencia entre algo como “madera podrida “,” Madera seca “,” madera vieja “o” madera carbonizada “.