Los agentes literarios pueden hacer varias cosas por usted y su libro:
- La única motivación de un agente es vender su trabajo. Solo obtienen una comisión si logran hacerlo. Al representar su libro, van a luchar por usted porque creen que su trabajo es vendible. Pocos autores alcanzan esta etapa, por lo que debería darle una gran confianza en su escritura.
- Pueden ayudarlo a editar su manuscrito. Algunos agentes pasarán una gran cantidad de tiempo trabajando con usted, otros lo derivarán a editores independientes de confianza.
- Ellos sabrán cómo presentar su trabajo de una manera que suene comercializable.
- Aprovechan sus relaciones en la industria para que su manuscrito llegue a los editores correctos. El trabajo principal de un agente es saber qué editor está adquiriendo, qué está buscando, qué le gusta y qué no. Saben qué enviar a quién, porque su reputación depende de ello. Si no se dirigen a los editores correctos, los editores dejarán de prestar atención a sus lanzamientos.
- Son maestros en la psicología de una venta. Si creen que pueden atraer el interés de múltiples partes, sabrán cómo convertir eso en una subasta. (Una subasta es una muy buena noticia para usted, querido autor, porque generalmente aumenta el precio de su libro).
- Lo creas o no, el precio de tu libro no es lo único en lo que te concentrarás. Es importante trabajar con el editor adecuado y comprender qué tipo de músculo de marketing pondrá el editor detrás de su libro. Un agente es su asesor en estos puntos.
- El agente lo ayudará a negociar su contrato final, lo cual es clave porque los autores no autorizados cometen muchos errores y terminan lamentando mucho.
- Después de que se venda su libro, su agente seguirá siendo su mejor amigo. Saben cómo golpear látigos en la editorial cuando las cosas se aflojan.
- Los agentes están en él a largo plazo. No se trata solo de tu primer libro. Quieren apoyar su carrera completa como autor porque las cosas tienden a ser más interesantes a medida que su carrera se desarrolla. La mayoría de los autores permanecen con sus agentes durante mucho tiempo, ya que continúan brindando valiosos consejos.
Por otro lado, si estás auto-publicando, no necesitas un agente literario.