¿Qué hace que la obra Angels in America de Tony Kushner sea una obra tan importante de la literatura estadounidense?

En 1956, la obra de John Osbourne “Look Back in Anger” se presentó en el Royal Court de Londres. La mayoría de los críticos estaban horrorizados con eso. Odiaban el entorno naturalista y ordinario (un apartamento de una habitación en Midlands, una mujer planchando en el escenario); el cáustico y enojado Jimmy Porter; y (particularmente) la guerra de clases.

Ahora se considera una de las obras modernas más importantes: algunos dicen que revolucionó el teatro británico por sí solo. En resumen: “Look Back in Anger” hizo que el teatro volviera a ser relevante, llevando el naturalismo al escenario y asumiendo grandes temas.

Ya sea que “Angels in America” ​​se considere una obra importante dentro de 40 años o no, hay muchos paralelismos que establecer.

Al final de dos décadas de liberación sexual, el virus del SIDA se había convertido en el problema polarizador de los años 90. El movimiento por los derechos de los homosexuales estaba tanto energizado como bajo ataque debido a ello. La Guerra Fría estaba terminando. El capitalismo estaba recibiendo un disparo en el brazo. Angels in America abordó todos estos grandes temas.

Lo vi en el Teatro Nacional de Londres. La puesta en escena fue notable. Globos de sangre quedaron fuera del escenario, incluso para diferentes escenas. Los cambios de escena se llevaron a cabo ante el público. El escenario era minimalista y, a veces, glorioso. Recuerdo que me cautivó la obra, una estudiante de estudios de teatro.

Los actores interpretaron el papel de personajes masculinos y femeninos. Y el diálogo fue genial. Mezclaba historias reales con ficción.

Fue, por cualquier criterio, una pieza de teatro revolucionario de la corriente principal, y creo que merece que se le preste atención.