Comencé a escribir en la escuela secundaria, gracias a dos influyentes profesores de inglés. He sido constante en la escritura desde entonces. Lo que marcó la diferencia para mí fue fijar mi voz escrita en base a los comentarios que la gente me dio. Escuché que a la gente le gustaba cómo abordaba temas comunes y les gustaba mi combinación de inteligencia, irreverencia y humor. Esto me dio confianza en mi habilidad para escribir.
Sin embargo, el acto de escribir no suele ser una experiencia de tranquilidad y confianza para mí, especialmente cuando me siento a escribir algo que tengo la intención de que otros lean. Por lo general, me siento flojo e inseguro cuando escribo. A veces, siento pánico y no puedo convertir las grandes ideas en mi cabeza en palabras. Me azoto con un diálogo interno crítico. A veces me doy por vencido (como lo hice anoche) y otras veces, me digo a mí mismo que STFU y sigo escribiendo.