En la ficción, ¿cómo haces que el final sea difícil de adivinar?

Ya sea que su historia sea una tragedia, una comedia, un paseo de “felices para siempre”, o cualquier variedad y combinación de las mismas, lo único que quiere que sea es resonante. Desea que los lectores cierren el libro con un sentimiento de satisfacción. Ya sea que estén riendo, llorando o simplemente pensativos, desea que puedan asentir con la cabeza y decir: “Sí, así es exactamente como debería haber terminado”. Sin embargo, la gran dicotomía de un buen final es el hecho de que también quieres que digan: “Vaya, ¿de dónde vino eso ?”

La inevitabilidad y lo inesperado son los dos ingredientes necesarios en cada final perfecto. Y sin embargo, son completamente incompatibles. ¿Cómo les das a los lectores el final que esperan y al mismo tiempo evitas que sea predecible? Es muy fácil ir a lo seguro y terminar con una historia que es predecible de principio a fin. Y, dependiendo de su género y su audiencia, es posible que pueda salirse con la suya. También es relativamente fácil lanzar a sus lectores un gancho de izquierda que sale de la nada y los deja atónitos con su inesperado. Sin embargo, es menos probable que puedas evitar esto. Los lectores esperan que juguemos limpio y eso significa que los llamados elementos inesperados tienen que tener sentido dentro del contexto de la historia y deben construirse a partir de elementos existentes de la historia.

El truco para combinar con éxito lo inevitable y lo inesperado radica principalmente en dos factores diferentes: presagio y complicaciones. Si podemos presagiar nuestra resolución, los lectores sentirán que el final fue inevitable al cerrar el libro. Cuando combinamos ese presagio sutil con suficientes complicaciones lógicas de la trama para distraer a nuestros lectores, podemos presentarles la posibilidad de tantos resultados potenciales que nunca podrán predecir completamente el que finalmente les damos. Es un equilibrio delicado, pero hacerlo bien puede marcar la diferencia en el éxito de su historia.

Los finales son una progresión natural a un conflicto que se resuelve. Cuanto más complicado es el problema, más difícil es adivinar la forma en que se resuelve el conflicto. Si no se resuelven todos los aspectos del conflicto, entonces la garantía de que un resultado feliz o triste es real, entonces el final también se vuelve impredecible.

Los conflictos complejos también afectan a un protagonista de una manera más que personal: también involucrarán a otros miembros de la familia del protagonista, relaciones laborales, amigos, otras personas en la sociedad, el medio ambiente, etc.

Otros dos elementos están involucrados en hacer un final difícil de adivinar 1)
el nivel de tensión, y 2) los aspectos de la situación de la trama.

Con la tensión, cuanto más demore en revelar todo el conocimiento sobre el conflicto, menos probable será que se adivine el final. No hay nada más frustrante que no saber.

Con los aspectos de la situación de la trama, se puede presumir el final feliz, por ejemplo, es decir, sabes que tu novio te pedirá que te cases con él, pero que lo haga en un momento o lugar inesperado, crea la ilusión de que el final fue menos predecibles.

La única parte segura y predecible del final siempre debe ser la progresión natural de la curva emocional del protagonista. Si él / ella está enfrentando un cambio, se enoja, se demora, tiene miedo y luego acepta el cambio, esa aceptación tendrá que implicar alivio.