En una novela con una imagen positiva de una ciudad real, negocio o persona, las mayores ramificaciones negativas son:
- Si el negocio cae o algún competidor emerge y se vuelve más popular, corre el riesgo de que su novela se sienta anticuada.
- Si ha pasado demasiado tiempo desde que se desvanece la popularidad de la empresa, es posible que los lectores no lo reconozcan o no puedan responder al contexto / connotación que ha querido invocar su nombre. Dado que el beneficio de usar una entidad del mundo real es que los lectores tienen ese contexto y connotación incorporados, y por lo tanto el autor puede aprovechar eso sin tener que establecer las bases para ello, esta es una consideración importante.
- Incluso a pesar de su diligente verificación de los hechos, un lector que esté asociado o tenga conocimiento de ese negocio puede encontrar imprecisiones de hecho en su representación de ese negocio que interrumpen su disfrute de la novela. Si es un negocio muy grande, las posibilidades de que esto ocurra pueden aumentar lo suficiente como para afectar las revisiones y ventas.
Siempre puedes usar un seudónimo para una ciudad / negocio / persona real. Eso le da margen para cambiar algunos detalles de identificación para que se adapten mejor a su historia … O puede optar por convertirlo en un seudónimo transparente, donde el lector sepa exactamente a qué compañía se refiere a pesar de que nunca sale y lo dice.