¿Es más fácil escribir un libro ficticio o relacionado con la realidad?

Sospecho que es imposible decirlo, aunque solo puedo responder desde la perspectiva de un escritor preocupado por la realidad. Escribir ficción no es un mundo que haya explorado deliberadamente.

Es menos que una llamada sea más difícil o más fácil que la otra que el límite entre ambos es muy difícil de determinar.

Al escribir ficción, me imagino, los personajes que comienzan como invenciones adquieren personalidades y características que se acercan cada vez más, en la mente del autor, a convertirse en “reales”. Lo mismo se aplica a las situaciones en las que se encuentran, en la medida en que se alcanza un punto en el que la imaginación del escritor compite con la capacidad de autodeterminación de sus personajes. En ese punto, la distinción entre ficción y realidad debe parecer borrosa.

Lo contrario se aplica en la escritura de no ficción (que sé). La investigación puede ser difícil, a veces imposible. Las autoridades no están de acuerdo. Fuentes de conflicto. Los proponentes no pueden concurrir. Lo que parece “real” al principio resulta ser intangible o efímero cuando se trata de detalles. Todo lo cual a veces deja al escritor en busca de la realidad en el mismo término medio incómodo, limitado por la especulación y la conjetura, donde la distinción entre “ficción” y “realidad” nuevamente resulta difícil de decidir.

Y eso es antes de que el escritor de cualquiera de los géneros comience a exponer sus ideas, momento en el cual se enfrentan a la prueba mutua de intentar capturar y transmitir en palabras cosas que a menudo parecen y a veces demuestran estar más allá de la capacidad de las palabras para describir.

Todo lo cual sirve para explicar los dolores de culpa que a veces experimento, aunque he escrito muchas decenas de miles de palabras de buena fe bajo el estandarte de “realidad”, no estoy seguro de poder ponerme de pie. tribunal de justicia y testificar con la conciencia totalmente limpia de que lo que se publicó no resultó ser ficción, al menos en parte.