En la escritura, ¿cuál es la diferencia entre forzarlo y apenas intentarlo?

Cuando se trata de su propio trabajo, muchos escritores experimentan una disyuntiva entre lo que les gusta y lo que les gusta a sus lectores. Y luego están las críticas y los críticos, yikes.

Si hay una conciencia pura, un libro puede sobrevivir, al menos en los propios sentimientos al respecto. Por el contrario, si uno tiene la conciencia culpable, lee lo que quiere escuchar de las revisiones.
– F. Scott Fitzgerald

En otras palabras, nada es más importante que saber que lo que escribe es fiel a lo que quiere decir y cómo quiere decirlo.

¿Dónde entra en él una conciencia culpable? Bueno, en la sensación de acecho de que te has traicionado a ti mismo, decepciona, al no hacer lo anterior.

Escribir para gustos distintos al suyo es un juego perdedor. Solo sigue escribiendo las cosas que sabes que son buenas. Como mínimo, es su propia recompensa, y quién sabe, quizás mucho más una de estas veces.

Piénselo: ¿podría sentirse bien por tener éxito de otra manera? Oh, claro, lo sé, el dinero, la fama. Pero (ejem) ¿y qué?