Todos los personajes son entidades múltiples y distintas. Sin embargo, ¡el escritor es solo uno! Por lo tanto, es una regla tácita que las emociones del escritor y otras características se reflejen uniformemente en todos los personajes.
Los narradores de historias siempre han luchado por aislar su subjetividad y ponerse la piel de otra persona para escribir de manera excelente. Lo que hacen la mayoría de los escritores (y este sigue siendo un método efectivo) es basar sus personajes ficticios en una persona real. Ahora, en lugar de imaginar lo que haría el personaje o cómo reaccionaría, solo debe observar a la persona. Sus modales, estilo de vestimenta, ideologías, antecedentes, comportamiento y estilos de habla pueden usarse para crear su personaje.
La mayoría de los escritores pasan meses investigando a la persona adecuada para basar sus personajes. Otros simplemente esperan que la persona adecuada venga a ellos y les sirva de inspiración.