Gatsby vio a Daisy como su premio final, una esposa trofeo, y ella fue su último intento de cosechar los frutos de su trabajo. Gatsby fue criado para creer en el sueño americano. Esencialmente, si trabajó duro y pagó sus cuotas civiles, supuso que el dinero, el prestigio, la fama y el poder caerían en su camino. Casarse con Daisy sería la máxima representación de la gloria alcanzada.
Vemos que Daisy siempre fue el premio que Gatsby trabajó para obtener mientras coquetea con él justo antes de su despliegue. Esta escena sirve para simbolizar que seguir el camino estadounidense hacia la gloria podría llevar a que uno sea aclamado como un héroe y galardonado con una mujer. Cuando Gatsby regresa de la guerra, cree que tiene derecho a los lujos de los ricos, y trata de cobrar lo que le han dicho que merece. Sin embargo, se da cuenta de que siempre se queda corto. Asiste al prestigioso Oxford, pero se retira. Acumula tanta riqueza, pero no es muy respetado ni está incorporado a la sociedad más elitista (East Egg). Parece que el sueño americano lo ha eludido a pesar del hecho de que hizo todo como se le dijo que hiciera. En un último y desesperado intento, trata sin cesar de adquirir a Daisy pensando que su riqueza la ganará, pero incluso eso falla. Daisy fue el último intento de Gatsby por el premio falsamente prometido por todos los que propusieron la idea del sueño americano.