El poema épico es la forma más antigua conocida de literatura escrita que aún existe.
La Epopeya de Gilgamesh, la Ilíada y Ramayana son tres ejemplos fáciles de señalar con el hecho de que Gilgamesh es la obra más antigua conocida de narración escrita que proviene de la civilización mesopotámica (Irak moderno, a lo largo de los ríos Tigris y Éufrates) y cuenta el mito de la héroe Gilgamesh y su amistad con Enkidu.
La poesía en general procede a la prosa porque tiende a ser más fácil de memorizar y muchas de estas viejas epopeyas no fueron escritas para la página, sino que fueron recitadas en grupos por un narrador, que es su propia forma de literatura.
Las tradiciones orales son la primera transmisión de literatura, que incluye poesía épica. Es importante tener en cuenta el hecho de que, debido a que no están escritos, no conocemos la forma más temprana de literatura. Tendemos a privilegiar el texto por varias razones bastante obvias (la principal es su capacidad de existir) pero nuestros primeros trabajos escritos fueron la primera literatura oral y las primeras historias y combinaciones líricas de palabras se perdieron con el tiempo.